Hélix, el embalaje más sofisticado del vino

La corchera lusa Amorim, asociada con el fabricante de vidrio O-I han lanzado al mercado una innovadora solución de envase y cierre de vino.

Hablar de corcho es hablar de Amorim y hablar de Amorim es hablar de corcho. Esta conocida e influyente familia lusa abrió en 1870 su primera fábrica de tapones de corcho y casi un siglo y medio después es el mayor fabricante mundial de este producto. Pero con el tiempo no ha ido únicamente creciendo sino que la innovación forma parte de sus genes. Acaba de lanzar al mercado, asociados con O-I, el mayor fabricante mundial de envases de vidrio, Helix, una solución de corcho y vidrio con un “twist inesperado”, como señalan los creadores, destinada al segmento popular premium de vino de consumo rápido.

El nuevo concepto ‘gira para abrir’ combina un tapón de corcho ergonómicamente diseñado y una botella de vidrio con un acabado de rosca interna en el cuello, creando una solución de envasado de vino sofisticado y de alto rendimiento. Helix abarca todos los beneficios del corcho y del vidrio: calidad, sostenibilidad e imagen premium, siendo fácil de usar y resellar. Las bodegas pueden implementar el sistema Helix de manera rápida y fácil, solo son necesarios unos pequeños ajustes en las líneas de llenado.

Han sido necesarios cuatro años y una inversión de cinco millones de euros para que este nuevo sistema de embalaje viese la luz. “Es resultado del trabajo de un equipo dedicado a desarrollar las mejores soluciones de embalaje de vino y que apuesta continuamente en tecnologías de última generación para garantizarlo”, afirma a ABC Antonio Amorim, presidente de la corchera y sobrino de Américo Amorim, con quien el grupo dio el gran salto. Helix responde a las necesidades de la industria vinícola, “ansiosa de sostenibilidad, cambios técnicos y funcionalidad”, añade. Se trata de un sistema de embalaje de vino completo por el cual el vidrio y el corcho ofrecen una solución fácil de apertura. “Los dos elementos que lo componen, tanto la botella como el tapón, se crearon de tal forma que funcionan bien cuando van juntos por lo que la venta está dirigida a los productores de vino”, avanza Amorim.

Ambas empresas esperan una gran aceptación de este nuevo producto ya que en las pruebas realizadas en una decena de bodegas en tres países “tuvimos una respuesta muy positiva, hubo una aceptación muy buena en un segmento que representa algo más de 30% del consumo anual de vino en todo el mundo”. Es decir, estamos hablando de 4,8 mil millones de botellas al año. Además los estudios de mercado que acompañaron el desarrollo del proyecto y que tuvieron lugar en países tan diferentes como Francia, EE.UU o China fueron altamente favorables a este nuevo concepto de embalaje. “Estos son indicadores que nos hacen tener buenas expectativas sobre la evolución de ventas de Helix aunque es prematuro avanzar con número concretos”, reconoce el presidente de la empresa lusa. Asimismo, los consumidores apreciaron el hecho de retener el festivo sonido ‘pop’ asociado a la apertura de una botella de vi. Subraya igualmente que ambos socios están “encantados de ofrecer al mercado no solo un producto 100% ecológico y moderno, sino también una solución que realza la experiencia de beber vino a través de abrir y cerrar el envase cómodamente.”

Otros proyectos

Desde Amorim ya están trabajando en otros proyectos de innovación, entre ellos relacionados con la incorporación de cada vez más soluciones de corcho en la industria de los transportes. Se han asociado a Siemens para llevar a cabo un metro de última generación que está iniciando en la ciudad de Varsovia. “La aplicación del corcho en los transportes públicos permite desarrollar sistemas de piso y paneles laterales más leves que con algunos productos de referencia en el mercado actual aumentando simultáneamente el aislamiento térmico y acústico”, avanza Antonio Amorim.

Recuerda además que en esta industria una de las prioridades en la de la reducción del peso y el corcho es un material leve. “Las soluciones de corcho presentan además beneficios en términos de durabilidad, versatilidad y el nivel de optimización de los tiempos de montaje”, explica. A todo ello hay que añadir las características del material, 100% natural, renovable y reciclable por lo que las posibilidades de este material aplicadas en la industria del transporte aumentan considerablemente. Y entre las áreas en las que están estudiando las aplicaciones del corcho están la industria farmacéutica y la biocosmética.

Entre las obras más conocidas en las que se ha utilizado el corcho está el Pabellón de Portugal, logrando un premio de diseños, o prestigiadas instituciones de Japón, como el Nezu Museum. Además producen el corcho para el whisky más caro del mundo y el más antiguo y su colección «alma gemela» se encuentra en el museo MOMA de Nueva York sin olvidar una escultura habitable de corcho en el CCB de Lisboa. Además el equipo de arquitectos responsables de la Sagrada Familia eligió el corcho como pavimento para cubrir los 2000 metros cuadrados de su cripta. Y lo hicieron con uno de los mejores productos del mercado, Wicanders® Corkcomfort, marca premium de la corchera Amorim.

El corcho en Cataluña

La producción mundial de corcho es de unas 340.000 toneladas, de las cuales Portugal produce un 61%, España un 30%, e Italia un 6%. Ubicada en Portugal, la mayor área de bosque de alcornoques del mundo, la compañía lusa suministra tapones de corcho a más de 15.000 consumidores de 82 países, a través de una red de filiales propias en cada uno de los mercados de vino de todo el mundo. La empresa lusa tuvo en el 2012 un volumen de negocios de 511 millones de euros. Con 3.300 trabajadores repartidos en todas las regiones de producción de corcho del mundo, esta empresa fabrica 16 millones de tapones de corcho por día. Un negocio que junto con el de los pavimentos representa el 80% de sus exportaciones.

El grupo Amorim está muy interesado en poder producir corcho en Cataluña aunque para ello es necesario que la Generalitat cambie la actual ley sobre la protección de sus encinas. El pasado mes de marzo se organizó un seminario en Lisboa sobre las oportunidades de negocio en Cataluña y allí la corchera lusa pidió abiertamente nuevas políticas para un nuevo planeamiento forestal que permita a Cataluña aprovechar sus hectáreas de encina, que están en situación “de casi abandono”.

Desde entonces, según han confirmado a ABC fuentes de la Generalitat, el gobierno catalán trabaja para encontrar una solución a través de su departamento de Agricultura. Ya en la capital lusa el secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Pere Torre i Grau, se mostró interesado en la propuesta y aseguró que “la apuesta de Cataluña es la reindustrialización”. Antonio Amorim recuerda que la región catalana tiene “enorme potencial de crecimiento en la producción de corcho”. Por eso quieren discutir con las autoridades locales “que trabajo, planeamiento e incentivos se pueden dar para que tal potencial se concretice. Si el consumo de corcho sigue creciendo sería interesante explotar este activo dándoles valor económico”, añade.

Source: abc.es